This evaluation reviews the relevance, efficiency and effectiveness of the IDB's Program with Ecuador for 2007-2011. The period was characterized by an important political and institutional shift in Ecuador, embodied in the new Constitution of September 2008. Working within the framework provided by the Plan Nacional para el Buen Vivir, the IDB program was in alignment with the country's agenda. IDB's efficiency has been mixed. Despite improvements in timeliness and cost, the institutional capacity of agencies responsible for the execution of IDB projects has been varied. Available outcome indicators show progress in Ecuador's development path; however, it is difficult to establish to what extent IDB's interventions contributed to those improvements. In light of the findings, the IDB is advised, as one of the country's main lenders, to engage more actively in policy dialogue; prioritize sectors that can address problems of competitiveness, inequality and social exclusion; strengthen Ecuador's planning, evaluation, and monitoring capacity; and promote the establishment of training programs for national and subnational executing agencies.Abstract: Esta evaluación examina la relevancia, eficiencia y efectividad del Programa del BID con Ecuador durante el periodo 2007-2011. El período se caracterizó por un importante cambio político e institucional en el Ecuador, consagrado en la nueva Constitución de septiembre de 2008. Dada la articulación dentro del Plan Nacional para el Buen Vivir, el programa del BID se encontró bien compaginado con la agenda de país. Los resultados del BID en materia de eficiencia han sido desiguales. Pese a mejoras en cuanto a puntualidad y costos, la capacidad institucional de los organismos responsables de la ejecución de los proyectos del BID ha variado. Los indicadores de resultados indican avances en la senda del desarrollo del Ecuador; sin embargo, es difícil establecer en qué medida las intervenciones del BID han contribuido a lograr esas mejoras. En vista de los hallazgos, se sugiere que el BID, por ser uno de los principales prestamistas, entable un diálogo más activo sobre políticas públicas; priorice sectores que puedan abordar los problemas de competitividad, desigualdad y exclusión social; fortalezca la capacidad del país en materia de planificación, evaluación y seguimiento; y promueva el establecimiento de programas de capacitación para los organismos ejecutores nacionales y subnacionales.