El objetivo de este estudio es analizar los elementos que afectan la violencia y los comportamientos problemáticos entre los jóvenes hondureños y sugerir pautas de acción pública para la prevención de tales conductas. El fenómeno de las "maras" ha venido escalando en términos de violencia. La delincuencia y las maras afectan la convivencia y la seguridad ciudadana y constituyen una carga social, económica y de gobernabilidad para el desarrollo del país. Este estudio forma parte de una serie de investigaciones que se han realizado en República Dominicana, Honduras, Nicaragua y Panamá, lo que ha permitido probar la metodología de un modelo innovador basado en la hipótesis de que la decisión de los jóvenes de entrar en grupos organizados de bandas no es racional, sino más bien emotiva. Se encuentra que las instancias con mayor capacidad preventiva son la familia y el sistema educativo, por lo que se sugieren cuatro criterios básicos para los programas de prevención: evitar el abandono escolar, proteger a la familia, hablar de sexo y fortalecer la capacidad de análisis local.
