The Inter-American Development Bank (IDB) has a diverse set of knowledge products: economic and sector work, knowledge products associated with loans, and a variety of non-reimbursable technical cooperation products (TCs) funded by either income from ordinary capital or donor trust funds. With growing emphasis on IDB's capacity to make effective non-financial contributions to its borrowers, there has been substantial focus on how to increase the development impact of TCs. This involves balancing client demand and the institution's own view of country and regional priorities. IDB has struggled to achieve this balance and to put in place supporting systems to manage and monitor TCs effectively. Since 2008 the definition and classification of TCs and guidance on how to manage them has changed almost yearly. The IDB-9 Agreement reflected both a general intention to make this area of IDB's work more effective, and a more specific mandate to look into the possibility of providing fee-based services in the future. This evaluation identified several areas in which there are continuing issues pertaining to TCs, some of which also relate to IDB's knowledge products more generally. First, the strategic alignment between TCs and lending products needs to be strengthened; it has improved somewhat in annual country programs, but needs to be strengthened in the periodic Country Strategies and overall. Second, the management of TCs is complicated by the various constraints imposed on the inter- and intrasectoral allocation of both ordinary capital and donor trust funds, and IDB Management's efforts to find ways to work around these constraints have met with limited success, as evidenced by the substantial under-utilization of available resources. Third, IDB does not have a system for monitoring and reporting on the results of TCs, and this needs to be rectified, given their importance to development effectiveness. Fourth, proposals for fee-based services have been slow to get off the ground, though some progress now appears likely. Finally, the accessibility of reports and studies is a long-standing problem, though Management has recently begun to address this more systematically with the development of a new system for data access.Abstract: El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tiene un conjunto diverso de productos de conocimiento: trabajo económico y sectorial, productos de conocimiento relacionados con préstamos y una variedad de productos de cooperación técnica no rembolsable (CT) financiados ya sea por los ingresos del capital ordinario o fondos fiduciarios de donantes. Con un creciente énfasis en la capacidad del BID de hacer aportes no financieros efectivos a sus prestatarios, ha habido un enfoque importante en cómo incrementar el impacto en el desarrollo de las CTs. Esto implica equilibrar la demanda de los clientes con el propio punto de vista de la institución sobre las prioridades a nivel de país y región. El BID se ha esforzado por lograr este equilibrio y por implementar sistemas de apoyo para administrar y monitorear las CTs de manera efectiva. Desde 2008, la definición y la clasificación de las CTs y las guías sobre cómo manejarlas han cambiado casi una vez por año. El Acuerdo del BID-9 reflejó la intención de hacer esta área de trabajo del BID más efectiva, y un mandato más específico para analizar la posibilidad de brindar servicios remunerados en el futuro. Esta evaluación identificó varias áreas en las que existen constantes problemas relacionados con las CTs, algunos de los cuales se relacionan con los productos de conocimiento del BID a nivel más general. Primero, la alineación estratégica entre las CTs y los productos de préstamo debe fortalecerse; esto ha mejorado un poco en los programas anuales del país, pero debe seguir fortaleciéndose en las periódicas Estrategias de País y a nivel general. Segundo, la administración de las CTs es complicada por las diversas limitaciones impuestas en la asignación inter e intrasectorial, tanto de capital ordinario como de los fondos fiduciarios de donantes, y los esfuerzos de la Administración del BID para encontrar las formas de solucionar estas limitaciones han tenido un éxito limitado, como es evidenciado por la subutilización de los recursos disponibles. Tercero, el BID no tiene un sistema para monitorear e informar sobre los resultados de las CTs, y esto debe ser rectificado debido a su importancia para la efectividad en el desarrollo. Cuarto, el desarrollo de propuestas de servicios remunerados ha sido lento, aunque ahora algo de progreso parece probable. Finalmente, la accesibilidad a informes y estudios es un problema de larga data, aunque la Administración, recientemente, comenzó a tratar esto de manera más sistemática con el desarrollo de un nuevo sistema de acceso a los datos.