Spanish Abstract: El artículo analiza, profundiza y reflexiona sobre el desarrollo e impacto de la inteligencia artificial (IA) en diversos ámbitos de la sociedad. El sentido de la IA es el desarrollo de una disciplina científica que abarca un conjunto de capacidades de simulación cognoscitivas e intelectuales expresadas por sistemas informáticos a través de algoritmos. El autor distingue entre la inteligencia artificial débil, que se ocupa de realizar tareas específicas, y la inteligencia artificial fuerte, que conforma una IA que excederá las capacidades humanas. La IA constituye una fuerza disruptiva que cambia radicalmente los modelos y paradigmas tradicionales, y que requiere una adaptación constante y una formación multidisciplinaria por parte de los seres humanos. Surge la propuesta de que las nuevas generaciones no sólo se formen en carreras tecnológicas, sino también en disciplinas humanísticas como la filosofía, la sociología, la lingüística y las ciencias políticas, para instruir a la IA con valores y principios así sea que constituyan complejos filtros en sus algoritmos o bien parte de su entrenamiento. Debemos aprovechar el potencial de la IA para mejorar la calidad de vida y la gestión general de nuestras acciones en comunidad. Se describen y vaticinan algunos de los riesgos que ya hoy amenazan y afectan diferentes sectores, industrias, mercados, etc.Se observan las causas y los efectos de las alucinaciones de la inteligencia artificial (IA), como fenómenos en los que la IA produce o percibe información que no corresponde con la realidad. Errores de codificación, entrenamiento con sesgos u omisiones, ingeniería social aplicada a la IA, carencia de información o datos, o ausencia de respuestas algorítmicas contundentes. Nos enfrentamos a desafíos éticos, sociales y jurídicos. Los gobiernos, las administraciones públicas y obviamente el sector privado, llevan en sus espaldas la responsabilidad de contribuir al contralor y regulación de la IA. Pronto se hará necesario un nuevo contrato social entre los seres humanos y las entidades autónomas no humanas que conforman la IA. Qué rol desempeñaremos en el futuro, es un complejo conjunto de especulaciones y proyecciones, no todas estas proyecciones son fruto de nuestra voluntad, no están completamente bajo nuestro control. Hoy el destino estratégico de la sociedad del futuro ya no depende únicamente de nuestra visión